El ICOMME reclama a las compañías de seguros estabilidad y garantías para sus cuadros médicos
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Algunas aseguradoras prescinden de profesionales de manera unilateral y minoran así la calidad y la seguridad de la atención a los pacientes
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Tampoco se debe olvidar que los baremos impuestos por las compañías no se han actualizado en los últimos 30 años
El Consejo Andaluz de Colegios Médicos lleva tiempo reivindicando mejoras para aquellos facultativos que trabajan en la medicina privada. Hablamos de peticiones que el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla también hace suyas para garantizar que nuestros colegiados ejerzan su profesión con las mejores garantías. El trato que reciben de las compañías de seguros, que dista mucho de lo idóneo, repercute sobre la atención a los pacientes. Reclamaciones que pasamos a enumerar y que no se van a limitar a un comunicado público, puesto que desde este Colegio se remitirá un escrito a todas las aseguradoras solicitando mejoras de justicia.
Lo dijimos hace un mes y lo volvemos a manifestar: no es justa la imposición de baremos por parte de las compañías, más cuando llevan sin actualizarse desde hace 30 años. Es preciso negociar su revisión y actualizarlos de acuerdo al IPC.
En su momento también hablamos de los contratos precarios o de las exclusiones injustificadas de profesionales. Y es ahí donde radica otro problema que se mantiene, dado que, como bien señalaba ayer el Colegio de Médicos de Cádiz, las aseguradoras se permiten prescindir de profesionales de sus cuadros con total arbitrariedad, unilateral e impunemente y sin causa que lo justifique.
Esto se acaba traduciendo en una precariedad laboral que daña la práctica profesional y, por lo tanto, minora la calidad del servicio que se presta al paciente. Los seguros, es evidente, deben garantizar las mejores condiciones asistenciales y actualmente no lo están consiguiendo por su forma de proceder. Hay desprotección laboral, sin cobertura en caso de baja, y con una desigualdad contractual.
Desde nuestro Colegio abogamos por implicar a las administraciones sanitarias y a los agentes sociales para garantizar un mejor desarrollo profesional en el ejercicio privado. Es una petición justa, una solidaridad necesaria que reivindicamos y que esperamos que se cumpla por el bien de nuestros médicos y sus pacientes.