El ICOMME considera que las nuevas medidas de Salud Pública no reducirán la incidencia y afectarán a la hostelería
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La mayoría de los contagios se están produciendo en el ámbito privado y por contactos estrechos.
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El Colegio ve crucial mantener una buena ventilación en bares y restaurantes y ahora aprecia ineficaz el pasaporte COVID.
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Insiste en la necesidad de aumentar el índice de vacunados en el tramo de edad de 5 a 11 años.
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Melilla considera ineficaces las nuevas medidas implementadas por la Consejería de Políticas Sociales y Salud Pública para reducir la incidencia de casos COVID. Las nuevas normas, a su vez, repercutirán negativamente sobre la hostelería, sin ser este sector el culpable del aumento de casos.
La Administración local ha anunciado que, a partir de este sábado, bares y restaurantes tendrán que reducir su aforo interior al 50 por ciento y no se podrá consumir en barra, al menos hasta el próximo 28 de enero. Estas restricciones, sin embargo, llegan cuando parece que el pico de la sexta ola ya se ha alcanzado en Melilla y el impacto será mínimo.
“La medida no va a tener ningún impacto notorio sobre la incidencia. Es decir, cuando vas a un restaurante y te contagias, lo haces por la gente con la que comes, no por la mesa de al lado. El impacto va a ser mínimo, igual que con las mascarillas al aire libre”, manifiesta Justo Sancho-Miñano, presidente del Colegio.
“Estas medidas, lo único que van a hacer es perjudicar a la hostelería y tampoco van a parar los contagios”, subraya el secretario del Colegio, César Feliu, que sí insiste en la necesidad de mantener una buena ventilación en estos locales.
La mayoría de los contagios, remarcan ambos médicos, se están produciendo en el ámbito privado y por contactos estrechos. Además, el porcentaje de vacunación es muy alto en Melilla, de manera que ambos sentencian que “este tipo de restricciones no llevan a nada”.
Desde el Colegio de Médicos en su día se apoyó la implantación de pasaporte COVID, pero las circunstancias y los datos han cambiado. Por ello Feliu, ante la reiterada exigencia del mismo para acceder a la restauración, explica que “no tiene mucho sentido porque estamos viendo que el 90% de los contagiados están vacunados” . Eso sí, en estos casos los síntomas son leves, precisamente gracias a la vacuna. El secretario del Colegio tampoco aprecia sentido en la reducción en los interiores del 75 al 50 por ciento de aforo.
Desde el Colegio de Médicos, por el contrario, se insiste, por ejemplo, en la necesidad de mejorar los índices de vacunación infantil para aquellos menores que tienen entre 5 y 11 años. En este aspecto Melilla se sitúa en el vagón de cola nacional, con sólo el 27,5% de este tramo de población vacunado con al menos la primera dosis. La tónica es nacional porque la previsión del Gobierno central era que a 7 de febrero se hubiera inoculado la primera dosis al menos al 70 por ciento de estos menores y a día de hoy la tasa está en el 38,3%.
Se aboga, una vez más, por apelar a la responsabilidad, pero no sólo individual, si no también a la colectiva a la hora de utilizar los recursos sanitarios para no saturar ni el servicio de Urgencias ni la Atención Primaria.
VALORACIÓN César Feliu
VALORACIÓN Justo Sancho-Miñano